Estrés | Ansiedad

EL ESTRÉS Y SU RELACIÓN CON EL PENSAMIENTO

Para que un estímulo externo genere una respuesta de estrés, este debe ser considerado como amenazante, y es ahí donde nuestros pensamientos y la percepción cumplen un rol fundamental. En este articulo te cuento cómo inciden tus pensamientos en la respuesta del estrés.

No son los acontecimientos los que provocan el comportamiento sino las creencias que sobre ellos tenemos – Albert Ellis

A pesar de que todas hemos escuchado hablar del estrés cieeentos de veces, este parece no tener un concepto bien delimitado aún. Sin embargo, podríamos decir que el estrés es lo que experimentamos cuando creemos que no podemos hacerle frente de manera efectiva a una situación que se nos presenta como amenazante.

Ante situaciones adversas, los seres humanos y los animales contamos con un repertorio de respuestas fisiológicas, emocionales y comportamentales que están dirigidas a mantener una función protectora con el fin de la supervivencia y adaptación.

Este repertorio de respuestas, sin embargo, lejos de ser fijo, estereotipado y generalizado, origina una respuesta fluida, de cambio constante, y que está estrechamente ligada a la historia personal del individuo y su estilo de vida. Esta es la que llamamos respuesta del estrés.

Mientras que para algunas personas el estrés representa un reto que los motiva y los estimula para la obtención de logros y metas, para otras, este refleja un estado de preocupación, irritabilidad, temor y frustración al percibir que no pueden manejar de manera adecuada las situaciones adversas de la vida diaria, que se van acumulando y haciendo crónicas, originando lo que se conoce clínicamente como distrés emocional.

Este estado, causado por la experiencia de estrés crónico, produce un impacto negativo en el sistema nervioso central (SNC), que activa cambios neurofisiológicos y un desbalance hormonal que afecta a los sistemas endocrino e inmune, propiciando el desarrollo de un significativo número de enfermedades.

Por otro lado, la experiencia del estrés crónico facilita la adquisición de estilos de vida poco saludables que contribuyen a empeorar la situación de distrés emocional de la persona, de manera que se genera una especie de círculo vicioso.

Si quieres conocer más sobre el estrés te dejo dos artículo en los que profundizo sobre las respuestas de estrés y el estrés crónico y su impacto en la salud.

¿CÓMO GENERAMOS ESTRÉS?

Sentir estrés es, y siempre ha sido, un proceso de tres partes. Primero necesitas algo externo para desencadenar el estrés, luego necesitas percibir ese desencadenante como estresante, y entonces te sientes estresada.

Pero eres tú quien le da poder a esos eventos y situaciones externas viéndolos de cierta forma.

Tus actitudes y creencias sobre cualquier situación o evento potencialmente estresante determinan cuánto estrés experimentarás. Al cambiar tu mirada sobre una situación, cambia la forma en que reaccionas emocionalmente a esa situación.

Por lo tanto, una herramienta muy importante en tu caja de herramientas para el manejo del estrés es comprender qué pensamientos ayudan a crear estrés y saber cómo cambiar esos pensamientos.

Imagina que te encuentras en un avión rumbo a esas vacaciones que vienes soñando hace tiempo. En algún momento entre la siesta y la comida, notas que la persona a tu lado está preocupada… muy preocupada. Respira rápido, se ve nerviosa y ya va por su tercer trago.

Ese panorama te da una buena idea de lo que está pasando por su mente: «¿Qué es ese ruido?… Seguro que hay algo malo… No debería haber volado, yo sabía que esta sensación no era buena… Oh por dios, este avión se va caer. ¡Vamos a morir!».

Claramente está experimentando mucho estrés. Tú, en cambio, estás muy tranquila y contenta, experimentando cero estrés: «¡Esto es lo mejor! Cuántas películas para elegir. ¡Qué lindo se ve el cielo desde arriba!… ¿Pido el pollo o la pasta?».

El mismo avión, el mismo ruido, la misma pasta, pero una forma muy diferente de pensar sobre lo que está sucediendo y lo que podría suceder. Tú no estás pensando lo peor. Ella sí. Y es por eso que ella está tan estresada y tú no.

No son los acontecimientos los que provocan el comportamiento, sino las creencias que sobre ellos tenemos - Albert Ellis
Albert Ellis

Albert Ellis desarrolló el modelo ABC que nos permite entender de manera muy simple cómo funciona esto.

De acuerdo a este modelo, tenemos una acción o evento estresor al que llamaremos A. Un pensamiento o creencia al que llamaremos B. Y una consecuencia, emoción o síntoma generada por el estresor al que le llamaremos C.

Naturalmente aceptamos que siempre es un estresor el que causa una respuesta de estrés.


Es decir que A causa C

Pero si solo la situación externa causara estrés, todos sentirían lo mismo cuando están en la misma situación. Claramente, este no es el caso.

Las personas podemos exhibir una amplia gama de reacciones cuando se nos expone al mismo estresor. Lo que es estresante para otro puede ser menos estresante para ti, o tal vez no lo sea en absoluto. Esto varía dependiendo de cómo evalúes la situación o evento, por lo que los sentimientos que aparezcan serán diferentes. Así, puedes crear más estrés del necesario o menos estrés.

En resumen, tus pensamientos tienen el poder de determinar la cantidad de estrés que sientes, ahí es donde entra B.

Habitualmente consideramos que las reacciones emocionales son motivadas por las cosas que ocurren; en este caso, por el ruido raro que hace el avión. Sin embargo, las emociones y conductas no están motivadas por los hechos en sí, sino por la interpretación que hacemos sobre estos (B).

El punto B se refiere en general a los diálogos internos, es decir, lo que pensamos, imaginamos y nos decimos acerca de los hechos (Chertok, 2006).

Cuando un potencial estresor se presenta (A), tu cerebro evalúa si se trata de una amenaza y los recursos con los que cuentas para hacerle frente a esta amenaza (B). Es en función de esta evaluación que se activa o no la respuesta del estrés (C).


A causa B causa C

Con esto no estoy diciendo que al cambiar tu forma de pensar nunca más sentirás ningún estrés, porque sentir estrés es una respuesta adecuada a una variedad de situaciones.

El truco, o más bien la habilidad, es reconocer cuándo tu estrés es excesivo, identificar y corregir cualquier pensamiento que lo esté produciendo y manteniendo.

Volviendo al ejemplo del avión, la persona sentada a tu lado puede sentir que su estrés es una consecuencia directa del evento estresante o desencadenante, es decir, del ruido o movimiento «raro» que hace el avión. Puede pensar que la situación la hizo estresar.

Sin embargo, ahora sabes que no fue la situación en sí misma lo que generó el estrés, sino la interpretación que la persona hizo y sus pensamientos al respecto. Es poco probable que se relaje mirando una película si todo lo que piensa es: «¡Me voy a moriiiiiir!».

Esta noción de que nuestros pensamientos pueden crear nuestros sentimientos ha existido por bastante tiempo.

Las cosas no perturban a las personas, sino las opiniones que tienen de ellas.

Epicteto (55 d. C.)

MODELO DE LA PERCEPCIÓN DEL ESTRÉS

#estrés #pensamiento #percepcion
Modelo de la percepción de estrés.

Como mencioné con anterioridad, la respuesta del estrés tiene una función protectora que busca salvaguardarnos ante lo que percibimos como un posible peligro o amenaza, pero esto no significa que todos reaccionemos de la misma forma frente a los mismos estímulos.

Las personas, pese a vivir un mismo evento, desarrollan respuestas diferentes en función de sus propias creencias o antecedentes con en el evento.

Al decir de Albert Ellis, «no son los acontecimientos los que provocan el comportamiento sino las creencias que sobre ellos tenemos». No es el hecho en sí lo que afecta positiva o negativamente a una persona, sino la forma que tiene el individuo de verlo y tratarlo (Landriscini, 2006).

Con base en lo que pensamos de una situación de potencial estrés se puede o no desencadenar la respuesta del estrés.

Richard Lazarus y Susan Folkman (1984) realizan un gran aporte a la investigación del estrés al proponer un modelo que toma en consideración la evaluación cognitiva, es decir, los pensamientos que el individuo tiene sobre el posible estresor y que precede a la respuesta del estrés.

Ellos explican que en respuesta a un estímulo que puede ser de naturaleza estresante, el individuo evalúa cognitivamente la posible amenaza que este evento representa (evaluación primaria) y sus propios recursos para hacerle frente a dicho estímulo (evaluación secundaria).

Este proceso de evaluación cognitiva primaria y secundaria determina la forma y la intensidad de la reacción emocional en relación con el estímulo externo.

En otras palabras, cuando una persona se enfrenta a una situación potencialmente estresante, en primer lugar realiza una evaluación primaria, es decir, un juicio acerca del significado de la situación para calificarla de estresante, positiva, controlable, cambiante o irrelevante.

En el caso de considerarla estresante (una amenaza, un desafío, un daño o una pérdida), una evaluación secundaria determinará los posibles recursos y opciones de los que dispone la persona para hacer frente a la situación. Es una evaluación orientada a responder a la pregunta ¿qué puedo hacer?

Los resultados de esta evaluación modifican la evaluación inicial y predisponen el desarrollo de estrategias de afrontamiento. El afrontamiento debe de ser entendido como el esfuerzo cognitivo y conductual orientado a manejar, reducir, minimizar, dominar o tolerar las demandas (Macías, 2007).

Es importante señalar que la evaluación cognitiva por parte de un individuo varía, dependiendo de algunas variables: sus rasgos de personalidad, su autoeficacia percibida, su experiencia previa con el estímulo estresante y su nivel de soporte social, entre otras. Por lo tanto, la respuesta emocional del estrés no puede ser generalizada o estereotipada, sino que varía aun cuando las condiciones de estímulos estresantes pudieran ser semejantes.

CONCLUSIÓN

Es importante tener en cuenta el rol fundamental que tienen nuestros pensamientos sobre la vivencia del estrés, ya que lo que pensamos sobre la situación y nuestra capacidad, es decir, la evaluación cognitiva que hacemos de estas, va a tener un impacto directo en nuestra respuesta general del estrés.

Así que la próxima vez que te encuentres frente a un potencial estresor, tómate unos minutos para respirar, recuerda que tu vida no está en peligro y que SÍ cuentas con las herramientas para afrontarlo de manera efectiva.

¡TÚ PUEDES!

Saludos,
Nati

Tu mejor herramienta contra el estrés es la capacidad de elegir tus pensamientos. Elige bien!

REFERENCIAS

  • Landriscini Marín, N. (2006). La terapia racional emotiva de Albert Ellis. NORTE DE SALUD MENTAL, 25, 126-129. Extríado de: https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=4830360
  • Chertok, A. (2006). Las causas de nuestra conducta (8.a ed.). Centro de Terapia Conductual.
  • Macías, A. (2007). El campo de estudio del estrés: del Programa de Investigación Estímulo-Respuesta al Programa de Investigación Persona-Entorno. Revista Internacional de Psicología, 8(02), 1-30. doi: https://doi.org/10.33670/18181023.v8i02.48 Extraído de: https://revistapsicologia.org/index.php/revista/article/view/48
  • Elkin, A. (2013). Stress Management For Dummies (2.a ed.). John Wiley & Sons, Inc.

4 Comments

  • Gabriela Cáceres

    Hola Naty, muy bueno el informe. Yo siento que estos conceptos se deberían mencionar en la adolescencia en el colegio por ejemplo, menciono el colegio porque no todas los padres o quienes estén a cargo de ellos tienen la formación o el conocimiento para hacerlo. Sería y hubiera sido mas fácil todo. La comprensión y conocimiento acerca de cómo funcionamos es fundamental para tener una vida plena. Gracias Naty por compartir.

    • natiperr

      Gabriela sin duda lo que decís es muy cierto! Creo que es necesario compartir esta información porque crecemos sintiéndonos impotentes ante las cosas que nos suceden y por tanto respondemos de manera automática. Pero cada una tiene el poder de influir positivamente en cómo se siente y cómo ve su realidad, aunque sea desde lo mas cotidiano y pequeño. Muchas gracias por tu comentario!

  • claudio

    Nati, que bueno e interesante el artículo. No entendí en el cuadro de modelo de percepción del estres (el diagrama del gatito) a que se refiere al final con “Respuesta comportamental”. Es lo que hacemos frente a ese factor externo estresante?

    muy lindo el blog en general, muchísimos éxitos

    • natiperr

      Hola Claudio! Exacto, se refiere a las conductas que ponemos en marcha para hacerle frente al estrés generado. Estas conductas, que van a depender de cada situación, están orientadas a resolver el problema (si se puede) o disminuir la respuesta del estrés. Muchas gracias por tu comentario. Saludos!!

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