
EL IMPACTO DEL ESTRÉS CRÓNICO EN TU SALUD
El estrés crónico es agotador y desgastante. Aparece cuando no se ve la salida de una situación deprimente y puede afectar seriamente tu salud.
Su peor aspecto es que las personas se acostumbran a él y se olvidan de que está allí. Por eso en este artículo te cuento qué es el estrés crónico, cuáles son las fuentes de estrés más comunes y cuáles son algunos de sus síntomas, para que puedas identificar cuando tu nivel de estrés empieza a salirse de control.

¿Sientes que tienes demasiadas preocupaciones en tu mente? ¿Estás más cansada de lo habitual? ¿Tu motivación está por el piso y disfrutas cada vez menos de la vida?
El estrés crónico es uno de los grandes problemas que enfrenta la humanidad. Tiene un gran impacto negativo sobre la salud mental y física, las relaciones y el bienestar general de un significativo número de personas en el mundo.
Algunos investigadores indican que entre un 75 y 90 % de las consultas realizadas en el primer nivel de salud están relacionadas de alguna forma con el estrés, una vez que conozcas qué es y los síntomas que puede provocar, no te sorprenderá tanto esta cifra.
El estrés crónico afecta casi todos los sistemas del organismo, puede ser el causante de síntomas más leves, como el cansancio, tensión muscular o reflujo, hasta cuadros graves o peligrosos, como la hipertensión, diabetes o derrames cerebrales.
¿DE DÓNDE VIENE TODO ESE ESTRÉS?

En los tiempos que corren nuestra vida cotidiana está llena de fuentes generadoras de estrés que están a la orden del día para quitarnos las ganas y la alegría.
La incertidumbre, los conflictos familiares y laborales, los problemas de salud o el exceso de responsabilidades (por señalar los más leves) estresan hasta a la más tranquila de nosotras, ¡nadie se salva!
Aquí señalo algunas de las fuentes de estrés más reportadas en las investigaciones.
- El dinero o, mejor dicho, la falta de dinero es reportado como una de las causas más comunes de estrés, y no es muy difícil darse cuenta de por qué. Llegar a fin de mes para muchos resulta un suplicio, ni hablar de ahorrar para tus vacaciones soñadas o comprar tu casa propia.
- El trabajo también es una de las causas más comunes de estrés. La inseguridad laboral, las jornadas eternas o verte obligada a soportar un jefe malhumorado puede ser una gran fuente de estrés. Ni hablar si tu problema es el desempleo…
- Conflictos en el hogar. La vida en casa, las relaciones y la presión de hacer malabares con todo y todes puede conllevar una gran carga de estrés.
- Tener que lidiar con la tecnología. En lo personal pienso que la tecnología es lo mejor que nos ha pasado, la comodidad y facilidad que nos da es increíble. Aun así, muchas veces presenta un desafío y, seamos honestas, a veces nos tapa el agua.
- Molestias menores que se van sumando. Cuando pensamos en estrés, usualmente pensamos en las cosas graves que nos podrían pasar, como la muerte de un familiar, un divorcio, una enfermedad grave o un asalto. Pero también están los estresores más moderados, como perder el teléfono o la cartera, chocar con el auto o resfriarse. Por último, también existen estresores más pequeños, los llamados microestresores o molestias. En esta categoría entra el vecino que te hace vibrar las ventanas con su «música», las multitudes, una fila interminable en el supermercado o la persona que te atendió de forma grosera, entre muchas, muchas otras.
El tema es que, no importa cuán grande o pequeño pueda parecer el estresor, todos suman, como las pelotitas de un malabarista.
¿POR QUÉ EL ESTRÉS CRÓNICO DETERIORA TU SALUD?

En la vida actual, una presentación en público, quedar atorada en el tránsito cuando estás atrasada, un jefe malhumorado, tener una fecha límite cercana o que te llamen de la escuela de tus hijos puede activar la respuesta del estrés. Pero lamentablemente para muchas personas, estos estresores ocurren casi a diario, por lo que su organismo está respondiendo desproporcionadamente y sin descanso.
Y esto, definitivamente, no puede ser bueno.
Activar la respuesta de lucha o huida repetidamente es desgastador. La respuesta del estrés está diseñada para funcionar en períodos cortos, pero no de forma prolongada y crónica, ya que conlleva un enorme gasto energético, es intensa, como explosiones de energía —esa que se necesita para salir corriendo de un león, por ejemplo—.
El estrés crónico es causado por demandas y presiones durante períodos de tiempo prolongados, percibidos como eternos o interminables (Moscoso, 2014).
Como resultado, los sistemas que están preparados para proteger el organismo, con el propósito de lograr retomar el equilibrio ante una situación de estrés agudo (de emergencia), son, irónicamente, los sistemas que contribuyen a crear un desbalance bioquímico durante la experiencia de estrés crónico.
El precio que el cuerpo paga por la presión constante y prolongada del estrés crónico se traduce en la alteración de neurotransmisores y hormonas de la respuesta fisiológica del estrés, como el cortisol, la adrenalina y la insulina, entre otras. Esta alteración se refleja en un aumento de la producción de algunas o en la insuficiencia de la liberación de otras, lo que causa, en última instancia, la pérdida de la salud.
El estrés crónico ha sido muy investigado en las últimas décadas debido a su asociación con enfermedades crónicas, como, por ejemplo, la depresión, cefaleas, enfermedades metabólicas (obesidad o diabetes tipo 2), cáncer, enfermedades cardiovasculares, artritis reumatoide e hipertensión arterial, por mencionar algunas (Moscoso, 2014).
Asimismo, es importante recordar que la experiencia de distrés emocional percibido se inicia en el cerebro como órgano mediador de la respuesta neurofisiológica del estrés, y ejerce también un control sobre las emociones y la adaptación de la persona en el proceso de estrés crónico (Moscoso, 2014).
La experiencia de distrés emocional causada por el estrés crónico es un proceso cognitivo que incluye un desbalance en la formación de emociones negativas y positivas, inclina la balanza hacia un incremento de emociones negativas y el consecuente desencadenamiento de cuadros clínicos, como la depresión o ansiedad.
Si quieres conocer más sobre cómo se relaciona la percepción y los pensamientos con la respuesta y el mantenimiento del estrés, te dejo un artículo que te puede interesar.
ENFERMEDADES CORONARIAS

Cuando te encuentras en el modo de lucha o huida, el ritmo cardíaco se acelera y sube la presión arterial. Se envía más sangre a los músculos esqueléticos y a los pulmones. Los músculos se tensan y tu cuerpo está preparado para, literalmente, quedarte a luchar o huir.
Los cambios que se generan en este nivel tienen una participación importante en la creación o agravamiento de enfermedades coronarias, infartos y derrames cerebrales. Produce el aumento de la presión arterial, encoje los vasos sanguíneos, aumenta el nivel de colesterol y puede desencadenar arritmias y acelerar la coagulación de la sangre (para reparar rápidamente las posibles heridas).
ENFERMEDADES GASTROINTESTINALES
Por otro lado, mucho del estrés que sentimos termina en el estómago. Cuando estás nerviosa tu digestión se detiene, porque, obviamente, no tienes tiempo de ponerte a comer. Esto puede afectar la secreción de ácido estomacal, producir diarrea, constipación, gases, hinchazón o pérdida de peso. También puede exacerbar los síntomas de colon irritable, colitis o enfermedad de Crohn.
SISTEMA ENDOCRINO E INMUNOLÓGICO
El estrés crónico puede comprometer el sistema inmunológico, lo que se traduce en una menor resistencia a virus y bacterias. Las investigaciones muestran que empeora los síntomas de una variedad de trastornos del sistema inmunológico, como el HIV, herpes, cáncer, infecciones virales, artritis reumatoide y algunas alergias.
TENSIÓN MUSCULAR

Con la finalidad de luchar o huir, los músculos son el primer objetivo del estrés. Estos se contraen y se tensan; la tensión muscular puede afectar nervios, vasos sanguíneos, órganos, piel y huesos. Cuando el estrés se cronifica, puede traer espasmos, calambres, bruxismo, dolor facial o dolores de cabeza, pecho y espalda.
CÓMO RECONOCER SI TE ESTA AFECTANDO EL ESTRÉS
Los signos y síntomas del estrés van desde lo benigno a lo más dramático, desde sentirte muy cansada al final del día, hasta tener un ataque al corazón… Sí, el espectro es así de amplio, y acá te dejo una lista de lo que puedes sentir.
SÍNTOMAS FÍSICOS:
- Cansancio, fatiga, letargo
- Palpitaciones del corazón, pulso acelerado
- Tensión muscular y dolores
- Temblores, tics, espasmos
- Acidez estomacal, indigestión, diarrea, constipación
- Dolores de cabeza
- Problemas para dormir o dormir demasiado
- Problemas sexuales, perdida del deseo sexual
SÍNTOMAS PSICOLÓGICOS:
- Irritabilidad, impaciencia, ira, hostilidad
- Preocupación, ansiedad, pánico, sentirse abrumada
- Malhumor, tristeza, malestar
- Pensamientos automáticos y repetitivos
- Dificultades para concentrarse, indecisión
- Disminución de la productividad
- Pérdida del sentido del humor

Como verás, la aparición del estrés crónico tiene consecuencias que pueden ser, además de molestas, muy graves para tu salud. Por eso es fundamental que puedas reconocer cuándo una situación de estrés es pasajera y cuándo no. Que estés atenta a los síntomas de estrés crónico y tomes medidas para minimizarlo.
¿Recuerdas que te dije que de un 75 a 90 % de todas las consultas en el primer nivel de salud están de alguna manera relacionadas con el estrés? Esta estadística ya no es tan sorprendente si se tiene en cuenta el amplio rango de cambios fisiológicos que acompañan la respuesta del estrés. Casi todos los sistemas del organismo son afectados por el estrés. Asimismo, puede exacerbar los síntomas de otros trastornos o enfermedades (Elkin, 2013).
¡Advertencia!
Los síntomas y enfermedades mencionados pueden ser el resultado de muchas condiciones médicas y no solo estrés. Sin embargo, aunque el estrés no sea la causa directa de la enfermedad, puede estar empeorando gravemente la situación. Por eso, es muy importante que consultes un médico si estas preocupada por uno o más de estos síntomas.
CONCLUSIÓN
El estrés es una respuesta adaptativa y de supervivencia que nos ha mantenido con vida y evolucionando desde el inicio de la humanidad. Hoy en día nos ayuda a superar los obstáculos de la vida diaria y nos motiva a conseguir nuestras metas.
Sin embargo, para muchas personas el estrés se acumula y cronifica, lo vuelve imposible de manejar. Y cuando esto sucede pueden aparecer un sinnúmero de síntomas físicos y emocionales que dañan la salud, muchas veces sin siquiera ser consciente de lo que está sucediendo.
Por eso es importante que estés atenta a los síntomas del estrés, principalmente a aquellos que ya formen parte de tu cotidianeidad, el mal descanso, esas tensiones que no se van nunca o la acidez estomacal, para que puedas comenzar a revertirlo.
¡Tu cuerpo habla, escúchalo!
Saludos,
Nati
REFERENCIAS
- Elkin, A. (2013). Stress Management For Dummies (2.a ed.). Hoboken, New Jersey: John Wiley & Sons, Inc.
- Moscoso, Manolete (2014). El estudio científico del estrés crónico en neurociencias y psicooncología. Persona, (17),53-70.[fecha de Consulta 22 de Mayo de 2020]. ISSN: 1560-6139. Disponible en: https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=1471/147137147003
- Moscoso, Manolete S. (2010). El estrés crónico y la Terapia Cognitiva Centrada en Mindfulness: Una nueva dimensión en psiconeuroinmunología. Persona, (13),11-29.[fecha de Consulta 1 de Junio de 2020]. ISSN: 1560-6139. Disponible en: https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=1471/147118212001
- Los distintos tipos de estrés. (s. f.). https://www.apa.org. Recuperado 16 de julio de 2020, de https://www.apa.org/centrodeapoyo/tipos


2 Comments
Andrea
Muy bueno el artículo, está bueno además que se difunda la gravedad de esto, porque creo que en la sociedad que vivimos la mayoría de las personas lo padecen y lo tienen naturalizado. Yo te recomedaría (sugerencia humildemente de mi parte) que concluyeras que hay maneras de salir de eso, y de pronto dejás otro link con algún artículo que hable de que se puede hacer al respecto, o sea como para que se vea una luz al final del tunel, jaja saludos
natiperr
Hola Andrea, muchas gracias por el comentario, sin duda es un grave problema que nos puede afectar a todas y de muchas formas. Tengo en cuenta tu sugerencia! Saludos.